Estamos controlados
sábado, 14 de agosto de 2010
Capítulo 1
viernes, 13 de agosto de 2010
Capítulo 1
Ahora me veo en un pequeño piso en Barcelona, con muchos acontecimientos, consejos, vivencias, alegrías y errores a mi espalda con tan solo 28 años. Mi historia está aquí para quien le interese escucharla.
Todo empezó cuando mis padres se divorciaron y yo tenía 15 años, y dentro de mí se despertó un sentimiento de rabia y alivio. Rabia por no poder hacer nada, y alivio por observar cómo mi casa se liberaba de discusiones día y noche.
jueves, 12 de agosto de 2010
Capítulo 1
Prólogo.
Hay ojos que no ven más allá de sus intereses, otros no miran nada más que sus propias razones y otros ojos sin embargo, no quieren ver y un día despiertan y ya no les queda nada. No sé en cual de estos grupos incluirme, o posiblemente encaje en los tres a la vez. Siempre he pensado que la opinión que tiene uno de sí mismo no es válida, y que no es más que un pensamiento subjetivo, el llamado ego, ya que una persona egocéntrica nunca va a reconocer que lo es, al igual que alguien frívolo nunca va a considerarse como tal. Yo estuve rodeada de gente así y nunca reconocieron sus malas acciones, ni intentaron cambiar para no hacer daño a otras personas, y cuando debido a sus erróneas elecciones acabaron arruinados, desdichados, solos y sin la persona más importante de su vida a su lado, pensaron que deberían de haber cambiado antes y tendrían que haber hecho las cosas mejor sin pensar solo en ellos mismos. Pero para entonces siempre es demasiado tarde.
A mí también me ha pasado, pero yo tuve más suerte que otras personas. Yo pensé las cosas cuando alguien a quien apenas conocía me dijo las palabras más importantes que oí en mi vida: Cuando ya no te queden dientes no tendrás nada que morder.
Tenía toda la razón del mundo, pero al cabo del tiempo, cuando aprendí un poco más sobre la vida, esa frase la llevé más lejos aún: Cuando ya no me queden dientes seguiré masticando alambre.